Páramo De Masa , Poza De La Sal Y Valle De Las Caderechas

El noroeste de este territorio está salpicado de pequeñas poblaciones en un bucólico paisaje: es el fértil valle de las Caderechas. Un paisaje que contrasta con las tierras del páramo de Masa. Poza de la Sal añade interés artístico, cultural y etnográfico a la ruta.

Con un antiguo puente y la iglesia parroquial de Lences, cuya portada es románica, iniciamos el recorrido.

El monasterio de la Asunción, emplazado en el bello conjunto de Castil de Lences, es otra de las paradas de esta ruta.

La iglesia de la Santa Cruz de Abajas destaca por la calidad y riqueza iconográfica que muestran su ábside y , sobre todo, su portada.
Ya en el páramo, Cernégula, se conoce por las leyendas de aquelarres celebrados en torno a la laguna de las Brujas.

En un extremo del colorido páramo, antes de descender el puerto, un mirador nos permite disfrutar de una excepcional vista del diapiro pozano, de la Bureba, y de los Montes Obarenes.

Descendemos hacia Poza de la Sal, pasando junto al salero, los antiguos almacenes de sal y el castillo bajo el que se apiña un entramado de calles estrechas. Resulta obligado visitar las salinas , los lavaderos, el palacio, el museo de la Radio y los centros de interpretación de Félix Rodríguez de la Fuente y las Salinas.

Salas de Bureba, que cuenta con varias casonas es una de las puertas al valle de las Caderechas.
En el ameno paisaje del valle, aparecen pequeños pueblos donde la arquitectura popular constituye uno de sus principales atractivos.
Entre otras, merece la pena visitar las poblaciones de Huéspeda, Hozabejas, Madrid de las Caderechas o Río Quintanilla, con su templo románico y su torre.
En la época de floración, los frutales añaden un manto blanco al valle.

Poza de la sal
Valle de las caderechas