El último viaje de Carlos V
Camino de su definitivo retiro en el monasterio de Yuste (Cáceres), el emperador Carlos V –monarca de España bajo el nombre de Carlos I-, atravesó en 1556 de norte a sur la Merindad de Río Ubierna.
Como testigo de su paso por estas tierras se mantiene en pie la fachada –el resto fue derribado tras permanecer en ruinas durante años- de la vivienda en la que pernoctó el fatigado emperador.
Esta casa ubicada en Hontomín, muy cerca de la iglesia parroquial de San Lorenzo, permitió a Carlos V recuperar fuerzas antes de continuar su viaje hacia Extremadura.
Despues de abdicar en Bruselas de la corona imperial desembarcó en la localidad cántabra de Laredo y tras llegar a laprovincia de Burgos, cruzó las Merindades.
Cernégula fue el primer contacto de Carlos V con la Merindad de Río Ubierna antes de hacer noche en Hontomín. En los días sucesivos, camino de la capital burgalesa, el destronado empresador pasó por PEñahorada, atravesó el desfiladero de la Hoz y desde Villaverde
Peñahorada accedió a Burgos a través de Sotopalacios.
