Camino Natural del Santander Mediterráneo

El trazado del antiguo ferrocarril constituye en la actualidad el eje de un ambicioso proyecto de desarrollo turístico, a través de su conversión en vía verde.

La vía verde del Santander-Mediterráneo arranca en las proximidades de quintanilla-Vivar para internarse tras un breve paso por Sotragero, en la Merindad de Río Ubierna. Sotopalacios aspira a convertirse en núcleo de recepción de visitantes, antes de que éstos inicien su aventura hacia el norte.

La Vía Verde atraviesa el valle del Ubierna hacia las últimas estribaciones de la Cordillera Cantábrica. El paso del desfiladero de Peñahorada es uno de los escenarios más espectaculares del recorrido. Tras superar Villaverde-Peñahorada, la ruta se interna en el cañón de la Hoz, para ascender suavemente hasta internarse en las tierras rojas de las torcas de La Molina y Cobos.Más adelante en medio de un paisaje sorprendente, todavía dominado por las torcas, el camino continúa por Quintanarruz y LErmilla, desde donde gira hacia el este para adentrarse en la Bureba.

Longitud
106 kms. Entre Quintanilla Vivar y Pedrosa de Valdeporres. 22 kms. En la Merindad de Río Ubierna.

Localidades
Discurre por 13 municipios, entre ellos la Merindad de Río Ubierna, en el quie atraviesa por las localidades de Sotopalacios, Villaverde-Peñahorada, Peñahorada, La Molina de Ubierna, Cobos junto a la Molina, Quintanarruz y Lermilla.

Sotragero

LO QUE PUDO SER Y NO FUE

El ferrocarril Santander-Mediterráneo nació a principios del siglo XX con el propósito de comunicar los puertos de Santander y Valencia, además de permitir la salida de las mercancías producidas en los puntos intermedios.

El proyecto contemplaba la construcción de un trazado de más de 600 kilómetros, de los que 63 -los que separan Cidad- Dosante de la capital cántabra- no llegaron a ejecutarse.

En enero de 1985 se cerró definitivamente al tráfico la línea ferroviaria y años más tarde se inició el desmantelamiento de los raíles y las traviesas.